Novia, por Valli y Lanvin, en Auzmendi

Giambattista Valli y Lanvin. Lanvin y Giambattista Valli.

Modernidad. Tradición. Talento. Originalidad. Elegancia. Distinción.

Estos son sólo algunos de los conceptos que identifican a las creaciones del modisto italiano y a las de la firma francesa.

Giambattista Valli puede presumir de ser uno de los diseñadores favoritos de las celebrities. No en vano, estrellas mundiales como Rania de Jordania, Victoria Beckham, Sarah Jessica Parker o Carlota Casiraghi, entre otras, son habituales de su firma.

Hace ya tres años que el creador romano (de nacimiento) parisino (de adopción) se atrevió con los vestidos nupciales. Como no podía ser de otra manera, en tan poco tiempo ya ha conseguido convertirse en uno de los principales referentes, y numerosas estrellas han escogido las creaciones del modisto para uno de los días más especiales de sus vidas.

Y es que la colección de novia de Giambattista Valli cumple todos los requisitos necesarios para un día tan señalado. La gama incluye vestidos en los que prevalece la armonía de la silueta, evidenciando su pasión por lo contemporáneo y su gran interés por las formas. Se trata de creaciones exquisitas, elaboradas con el máximo cuidado y detalle, y en algunas ocasiones, con estampados en relieve y escotes asimétricos.

Lanvin, por su parte, es una de las enseñas francesas de alta costura más exclusiva. Sus vestidos, tremendamente elegantes y sofisticados, así como la autenticidad de la marca (se creó en 1889), han situado a la firma gala en lo más alto del panorama de la alta costura.

Su colección novia aporta un toque chic e innovador. Se trata de una gama reducida pero muy exclusiva, diseñada por el modisto Alber Elbaz, director creativo de la firma, y que se acompaña por multitud de complementos, como velos, joyas e incluso bailarinas.

Los vestidos nupciales de Lanvin son esplendorosos, atrevidos e incluso con un punto rebelde, con cortes bombonera, rematados en su mayoría con volantes o plumas, siempre, eso sí, en tonos blancos.

Muy modernos y con detalles originales y repletos de glamour, Lanvin también ha diseñado vestidos más clásicos, si bien los modernos son los que mayor relevancia le han aportado.

La importancia de los complementos

No podemos dejar de obviar la trascendencia de los complementos en este tipo de eventos tan señalados.

En Auzmendi nos han encantado las propuestas de Lanvin en calzado y collares. Los zapatos, en su mayoría en color nude siguiendo las tendencias de las principales firmas de moda, son pequeñas obras de arte, con tacones generosos.

En cuanto a los tocados, los diseñados por Stephen Jones han conseguido hacernos vibrar. Se trata de diseños imposibles pero ideales, que aportan originalidad y distinción, diseñados al máximo detalle por uno de los creadores más estimulantes y originales del reino de Inglaterra

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