Balenciaga: la simplicidad del arquitecto de la alta costura (II)

Continuación de Balenciaga: la simplicidad del arquitecto de la alta costura (I)

Ya en la segunda sala encontraremos las piezas de Día, donde se ve una evolución en el trabajo de Balenciaga, destacando, principalmente, por las técnicas empleadas para lograr una silueta perfecta, combinando líneas finas y curvadas. Asimismo, aporta nuevas líneas y formas a la alta costura, con diferentes planteamientos como la túnica y el saco, entre otros muchos.

Traje sastre de lana gris jaspeada y terciopelo de seda negra

Nos adentramos en la tercera sala, denominada cocktail, un espacio en el que se aprecia la elegancia de los diseños desarrollados por Balenciaga para momentos puntuales como recepciones  y reuniones, que no exigían la formalidad de los eventos nocturnos. Las piezas destacan principalmente por la fantasía que transmiten, sin grandes excentricidades, ajustados de cintura para arriba pero de gran volumen en la parte de la falda.

Vestido en tafetán de seda blanca con decoración estampada a base de pétalos en dos tonos granates. Perteneció a doña Rachel L. Mellon

La cuarta sala acoge los vestidos de noche, donde el maestro de Getaria daba rienda suelta a su imaginación y desataba su potencial técnico, con piezas elaboradas con los mejores tejidos, aportando volumen, y completándolo con elegantes complementos, como collares, gargantillas, broches y otros colgantes.

Conjunto de noche compuesto de vestido en satén rosa palo, guarnecido con una aplicación de lentejuelas y mostacillas doradas, y abrigo en sarga de seda

Pasado mañana continuaremos con “Balenciaga: la simplicidad del arquitecto de la alta costura (III)”